sábado, 9 de enero de 2010

9 de enero de 2010

Una nueva devaluación, quizás la más agresiva de todas en los últimos 27 años: 100%. De 2,15 Bs. pasó a Bs. 4,30.

Chávez en persona, luego de una cadena televisiva, anunció la devaluación como un "nuevo precio a la divisa norteamericana". Es decir, estamos viviendo en el paìs de los eufemismos. Es decir, cuando alguien muere, realmente no muere: solamente deja de existrir.

Vaya que son cretinos.

Quería comentarles algo. Un comentario que me lo esperaba, pero, aun así, me agarró de sorpresa. El comentario se hizo en el post anterior a este y lo firma una chica llamada Marilu. El comentario dice lo siguiente:

"Hola, queria saber si realmente tienes la edad que dices, porque segun lo que escribes, parece que los años pasaron en vano, y no maduraste para nada, eres como un joven inmaduro, con miedo a vivir, al futuro, a quedarse solo, dependiente, lo que es raro en los jovenes de hoy,me da mucha pena como tratas de inspirar lastima, como si el mundo solo fuera mujeres, sexo, viviendo de migajas de cariño, bueno sorry si te digo todo esto, pero pienso que la vida es tan maravillosa con todo lo bueno y lo malo, que no se puede desperdiciar de esa manera.
Marilu."

Me pareció un comentario innecesario, agresivo e intolerante. Y por un momento me hizo dudar de mi desición de publicar este diario.

Creo que he dejado claro que no busco consejos, pero mucho menos aún pretendo buscar lástima de mis potenciales e improbables lectores.

Que vivo de las migajas del amor, eso es cierto: yo lo mismo lo he dicho. Y no me siento orgulloso de ello.

Si he madurado o no, es algo que no estoy ni dispuesto ni en capacidad de discutir. Me siento viejo, pero a la vez muy joven. Y sentirme joven me permite creer que aun yo mismo puedo cambiar. Cuando deje de creer en mi capacidad de cambio, no sólo habré envejicido realmente, sino que me habré muerto. En ese momento seré un muerto que camina.

Soy un empresaro pequeño, a ratos exitoso y a ratos fracasado. Me importa el dinero y todas sus consecuencias, buenas y malas. Soy un extraordinario negociante y un excelente trabajador. Sin embargo, creo fielmente que la vida, la verdadera vida que está mucho más allá de cualquier éxito o de cualquier fracaso.

Creo en el amor de la misma forma en la que creo que necesito respirar para vivir.

Creo en las pesadillas, pero también creo en los sueños. Y tal vez eso me haga un viejo infantil, pero de eso sí que me siento orgulloso...

Escribo este diario para compartir experiencias. Para compartir penas, dolores, aciertos y desaciertos.

No soy un hombre exitoso, es verdad, pero tampoco soy un hombre fracasado. Me he equivocado muchas, muchísimas veces (y creo que me continuaré equivocando), pero también he tenido maravillosos y dulces aciertos.

Pienso que Marilu, la eventual y exigente lectora de este diario, proviene de un mundo raro. De un mundo en el que nadie fracasa, en el que nadie tiene deudas de amor, en el que nadie se equivoca, en el que nadie es herido. Un mundo en el que nadie se siente perdido.

Vaya buena suerte la suya. O vaya coraje para AFIRMAR que la vida es maravillosa (en eso estoy de acuerdo), pero a la vez IGONORAR que a veces es miserablemente miserable...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Si... la ultima frase tiene mucha razó. eEstoy de acuerdo
...
Bueno
Suerte
Te comento rapido..
JK EANDI

Isabel Huete dijo...

Bueno, no te extrañe un comentario como ése. Cuando uno tiene un blog se expone a estas cosas y debe aceptarlas como lo que son. Quizá no estamos acostumbrados a que nos critiquen, pero la crítica es saludable sin que por ello deba mediatizarnos.
Respeto a la devaluaciónde vuestra moneda, te confieso que lo que está pasando en tu país me parece tan absurdo en muchos sentidos que me cuesta comprenderlo.
Besotes.